Noticiarios : medios des-informativos y difusores de ideología

Abstract

Los medios masivos de comunicación, específicamente la televisión, se ha convertido en la posmodernidad en la herramienta fundamental para transmitir información a la mayoría de la población en todo el orbe, dado su fácil adquisición del receptor de señales (televisor) y su instalación. Es así como herramientas tecnológicas como Internet aun es limitada, sobre todo en países subdesarrollados donde el Internet no es de libre acceso sino pagado. Es por ello que en la actualidad la televisión consolida su importancia en la sociedad, supliendo, reemplazando y cambiando los hábitos familiares al ofrecer esta las áreas más diversas de la vida (diversión, cultura, deportes, etc.) y es un referente del mundo globalizado y configurador de la realidad. Es así como diversas instituciones han visto en la televisión el medio por excelencia para dar a conocer su postura en diversas áreas como el comercio, política, cultura, educación, etc. Aunque en la actualidad la televisión tiene como función principal la de entretener, dada la eficiencia económica que tiene esta en cuanto a rentabilidad y lucro al regirse por el sistema de libre mercado. La entrega de información es fundamental en ella, ya que la mayoría de la sociedad ve en la televisión la única fuente de información. De ahí la importancia de esta. Es en este momento en donde los informativos de televisión toman una importancia relevante en la conformación de la sociedad y es por ello que hemos decidido estudiarla e indagar en cómo tratan la información. La cual está constituida básicamente por dos elementos; el componente ideológico, que es la sociedad neocapitalista y su medio para conseguir sus fines: la espectacularización de la realidad llegando al sensacionalismo. Pero el sensacionalismo viene precedido ya hace años. En televisión, específicamente en Estados Unidos esta tendencia se inicia en los años `80 y la vuelta del teleperiodismo de investigación, el cual coincide con la expansión de las grandes acumulaciones económicas que incorporan los grupos de comunicación. Los cuales tienen como objetivo vender y no informar, tal y como dice Barbosa “noticias sobre violencia despiertan la atención de los telespectadores” (Barbosa, en: Anuário 2001-2002:94).