Fitogeografía, biodiversidad y conservación del bosque nativo en Las Turbinas, comuna de Pinto, Región de Ñuble

Abstract

El bosque nativo como imaginario alberga un oasis de especies que lo componen, que lo llevan a ser considerado un escenario perfecto y armónico en donde reinan las relaciones naturales entre flora y fauna sin mayor intervención humana y que posibilitan ecosistemas prístinos y prácticamente impolutos de cualquier acción humana. Pero dicha concepción muchas veces carece de una fundamentación racional sobre la realidad que existe sobre el bosque nativo, considerando una exactitud de las especies que se pueden encontrar y a su vez el estado ecológico de conservación que presentan las áreas naturales en función del componente de flora y fauna, que a su vez permiten una valoración e identificación de la biodiversidad existente. De ahí radica la importancia de producir una investigación que albergue la distribución geográfica de las especies vegetales que se encuentran sobre el territorio, sobre todo aquellas áreas que pueden ver afectada su biodiversidad por condiciones naturales y antrópicas. Comprender las comunidades de plantas que se encuentran en un determinado paisaje permite comparar los patrones existentes en unidades territoriales mayores, y, además, entender las relaciones de la composición florísticas que suceden en un espacio limitado, área clave dentro de la fitogeografía. Por lo demás, al comprender los factores ambientales de un lugar particular, se establecen las características ecológicas precisas que permitan la adaptación y desarrollo de un número particular de especies que allí habitan, y, por lo tanto, es necesario involucrar la identificación de la biodiversidad existente en dicho espacio, para así entender la riqueza medioambiental. Generalmente los estudios de biodiversidad en el territorio nacional parten de una delimitación del área que ocupa el bosque nativo (compuestas por especies que se han originado de forma natural en el territorio), para así diferenciarlos de, por ejemplo; los monocultivos forestales (dominados por especies introducidas que tienen un alto valor para la generación de celulosa y sus derivados), pero más allá de dicha situación, carecen de detalle sobre áreas pequeñas dentro de unidades territoriales mayores. Por ejemplo, en Chile podemos afirmar la existencia y distribución de 124 especies de árboles nativos (Retamales & Morales, 2022, p. 21), pero dicho dato no entrega información en cuanto a la biodiversidad existente en áreas más pequeñas del territorio, ni mucho menos referencias fitogeográficas de zonas más reducidas de este mismo. Por lo que, se vuelve al problema inicial; solo se accede a información general, lo que induce a desconocer la biodiversidad de las especies que existen y, por lo tanto, no se asocian a una correcta fitogeografía de regiones acotadas. Asumir que la biodiversidad solo se puede estudiar en unidades territoriales amplias junto a inventarios vegetacionales de gran escala no ayuda a comprender la diversidad local de una determinada zona, por lo que se replica la generalidad del territorio y no la particularidad de este, aumentando el desconocimiento de la biodiversidad local, sus estados de conservación y finalmente la distribución de las especies que existen en un determinado territorio. La cuenca del río Itata; la principal cuenca hidrográfica de la región de Ñuble, transita por ecosistemas y vegetación muy dispar desde su nacimiento hasta su desembocadura, por lo que si leyéramos sobre la fitogeografía y biodiversidad de la comuna de Pinto, será diametralmente opuesta a la existente en Quirihue, puede ser obvio, pero los estudios de ambas áreas al ocupar una escala regional o nacional no permiten el detalle de cada unidad territorial específica, generando solo una aproximación y no una profundización. Es así, como podríamos plantear; ¿existe la misma distribución y diversidad de especies dentro del bosque nativo en las riberas de los 102 kilómetros del río Diguillín? La respuesta es no, pero dichas diferencias se cuantifican en torno a los distintos pisos vegetacionales que existen, los cuales están correlaciones considerando las condiciones climáticas y edáficas. A raíz de eso, se pretende estudiar un área contigua a la cascada de las Turbinas, que se produce por la confluencia del estero Renegado sobre el río Diguillín, perteneciente a la cuenca hidrográfica del río Itata en la región de Ñuble, lo que proporcionará información precisa y actual de las especies que se distribuyen en dicha área, siento clave dentro de la fitogeografía de la región de Ñuble y que posibilitará el estudio de biodiversidad de dicha zona. Finalmente, es clave comprender en pequeños rodales o sitios de estudio, como se manifiesta la distribución (fitogeografía) de las especies (biodiversidad) y que, por lo tanto, permita hablar del estado de conservación de la flora nativa de la región de Ñuble. Permitiendo conocer las particularidades de la región, con un profundo rol de preservación, y a su vez, reconociendo las causales que ha modificado el área que ha ocupado el bosque nativo y sus respectivas especies, generando un instrumento que muestre en detalle las principales especies vegetales en el sector de Las Turbinas, para así conocer con profundidad la fitogeografía de la región de Ñuble.