El Estado de la Unión : "DMZ" y la fractura social estadounidense

Abstract

Los comics han sido parte de mi vida desde que aprendí a leer. Durante mi infancia y juventud estuve acompañado por diferentes personajes, desde “Batman” hasta “Tintín”. Siempre me impresionó lo ambiciosas y radicales que eran. Sus historias eran algo que no veía en el cine y la televisión. Ya de adulto pude llegar a la conclusión lógica, el comic no es un medio masivo. Al menos no como lo era en sus inicios en las tiras cómicas de los periódicos. Tiene un público cautivo y eso les permite tomar riesgos que la televisión y el cine, con sus grandes presupuestos, no pueden tomar. Con esa mirada empecé a leer compulsivamente, sumado a mi interés por la historia, empecé a investigar el contexto social en el que fueron creados y como se reflejaba este en la historia. Paralelo a la campaña presidencial que enfrentó a Trump y Clinton, descubrí el comic “DMZ”2 y me iluminó la cabeza. Dicha ficción narra como las tensiones políticas en EE.UU. hacen estallar una ficticia guerra fratricida. Mientras leía una historia que relataba hechos ocurridos durante una hipotética segunda guerra civil norteamericana, todo esto visto desde la perspectiva de un joven fotógrafo que cubre periodísticamente el conflicto, veía en las noticias como se estaba cocinando un quiebre institucional, llegando a un punto cúlmine con la invasión al Capitolio por parte de los fanáticos seguidores de Trump. La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha polarizado al país del norte. El concepto de “la unión” es una institución política que se está erosionando con rapidez aterradora. Los términos “second civil war” o “second american revolution”, están siendo introducidos en la cultura popular a través de redes sociales y la prensa conservadora. Protestas con muertos y heridos, autos en llamas y encapuchados luchando con las policías, postales que estábamos acostumbrados a ver en los países del tercer mundo, se están introduciendo en Norteamérica. Solo basta ver los escandalosos reportajes del canal ultraderechista “Fox News”. Para estudiar dichos sucesos con un método histórico, he recurrido a la joven postura de la “Historia Contrafactual”, también conocida como la historia del “If”. Esta propone plantear escenarios hipotéticos que no ocurrieron, a modo de ejercicios mentales. Si bien es una postura histórica bastante joven, su premisa es tan vieja como el ejercicio de la historia. Todo historiador ha imaginado que hubiese pasado si los hechos hubiesen acontecido de manera distinta. Si bien dicha postura plantea una propuesta metodológica, dado que analizaré una obra de ficción, no pretendo realizar una investigación de un rigor científico que pretende la objetividad. Esta investigación se podría enmarcar dentro de la corriente de pensamiento posmoderna, ya que más que tratar de adelantarse a los hechos que sucederán o entregar predicciones concretas, busco analizar una obra de ficción que plantea un escenario histórico alternativo. Tomando esos antecedentes en consideración, tenemos que volcarnos hacia las creaciones culturales para tomarle el pulso a una sociedad. El arte siempre ha sido un reflejo de la época en la que fue creado. Elijo el comic no solo por su temática, lo hago porque representa al hijo bastardo de la escritura y la pintura. Esa característica de paria le permite conectar con las pulsaciones ocultas de la psiquis colectiva. Dichas pulsaciones están presentes en “DMZ”, por lo que pretendo usar dicha obra de ficción como un escenario alterno de la historia reciente de EE.UU. La ficción ucrónica, que es básicamente la versión de literatura ficticia de la historia contrafactual, es un espejo de la historia como tal. Puede estar quebrado, curvado para distorsionar la imagen o ubicado en cierto lugar solo para indicar un aspecto. Pero pese a todo eso, sigue siendo un reflejo, uno que simplemente muestra otra realidad. En cuanto al desarrollo de esta investigación como tal, se analizará “DMZ” bajo cuatro ejes: el análisis contrafactual, la importancia de la ciudad como cortina de la historia, las nuevas formas de guerra y el rol del periodismo en los conflictos bélicos.