La voluntad sometida : cómo la propaganda nazi logró influenciar y manipular a la sociedad alemana

Abstract

Libre albedrío o voluntad, dos conceptos que, si bien se originan en corrientes de pensamiento diferentes, apuntan a dos ideas parecidas, la capacidad del ser humano para actuar en función de sus propias decisiones. La cultura occidental le asigna relevancia a este poder que sin duda recae en cada individuo y que lo distancia de la esclavitud y la opresión. A inicios del siglo XX en la Alemania que buscaba reconstruirse tras la primera Guerra Mundial y las consecuencias políticas y económicas del Tratado de Versalles, ese libre albedrío y esa voluntad de la población germana fueron sometidas, lenta, pero sistemáticamente, a las directrices que el Nacionalsocialismo quería imponer. Este proceso fue como un encantamiento, cual canto de sirenas, que surgió tras la participación en los mítines o por intermedio de las páginas de la prensa nazi, de los carteles de propaganda antisemita, de los cautivantes discursos radiales y de las películas que se exhibían masivamente. En definitiva, la propaganda pareció ser la carnada que atrapó a buena parte de los alemanes y los convenció respecto de la figura de Adolf Hitler y sus postulados. Leni Riefenstahl, reconocida cineasta alemana, fue artífice de uno de los films más determinantes de la propaganda nazi, el triunfo de la voluntad, en el cual se detalla el impresionante escenario en que se efectuó el Congreso del partido Nazi en Nuremberg el año 1934. Usando técnicas de filmación profesional, la película transmite un efecto de grandiosidad, en el que todo el relato da cuenta de un líder poderoso, ensalzado por la masa. Pero paradójicamente y con la mirada en retrospectiva, parece ser que no fue precisamente el triunfo de la voluntad lo que esa película dio a conocer para lo posteridad, sino que, al contrario, la libertad de pensar, de decidir, de actuar, parecía estar sometida implícitamente. Los alemanes presentes en el acto parecían unas marionetas que respondían levantando el brazo al saludo de su líder; las mujeres, eufóricas y exaltadas, corrían para ver de cerca a Hitler, quien descendía del cielo, tras sobrevolar el lugar. Quizá, hombres y mujeres no se percataban que actuaban sin mayor discernimiento, tal cual como les pedían o cómo la propaganda consiguió que reaccionaran. Es por eso, la voluntad sometida, lograda en gran medida gracias a la propaganda. Si bien la propaganda fue una constante durante todos los años en que Hitler estuvo en el poder, ésta se gestó como una estrategia política mucho antes de su llegada a la Cancillería. ¿Cómo surgió el interés por la propaganda en el Partido Nacionalsocialista alemán?, ¿cuáles fueron las directrices que guiaron la propaganda de este conglomerado?, ¿qué recursos se usaron y bajo qué objetivos?, ¿la manipulación de los medios de comunicación logró doblegar la voluntad de los ciudadanos alemanes? ¿cuáles fueron los efectos políticos del uso de la propaganda nazi?