Identicación de factores de mal pronóstico a través de algoritmos de aprendizaje automático en adultos mayores con ataque cerebro vascular isquémico en la región de Ñuble

Abstract

El Ataque Cerebro Vascular (ACV), se considera la primera causa de muerte tanto en Chile como en la región de Ñuble, donde impacta su alta tasa de mortalidad y letalidad (Lavados et al., 2021). Según cifras entregadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), 15 millones de personas sufren un ACV, de las cuales 5 millones quedan permanentemente discapacitados (Johnson et al, 2016). En Chile, el Ministerio de Salud (MINSAL) ha indicado que existen más de 24.000 casos nuevos por año, lo que significa 70 casos nuevos por día, con una tasa de mortalidad para el año 2015 de 47,1 por cada 100.000 habitantes (MINSAL 2020), dicha tasa es similar a Colombia (54,1 por 100.000 habitantes) o Argentina (52,7 por 100.000 habitantes), pero es drásticamente más alta que las tasas de Estados Unidos (30,4 por 100 000 habitantes) o Canadá (2,7 por 100.000 habitantes) (Vos et al, 2019). Además, esta patología representa la segunda causa de mortalidad prematura en Chile, alcanzando 2.310 defunciones al año 2013 en personas entre 30 y 69 años y se constituye como la primera causa específica de años de vida saludables (AVISA) perdidos por discapacidad y muerte prematura en mayores de 74 años (Minsal 2020). En Chile, durante las últimas décadas la población de adultos mayores ha ido en aumento, alcanzando un 12% de la población total al año 2019 (SENAMA, 2019). Al año 2035 se proyecta un importante aumento en dicho grupo etario, que alcanzará el 18,9% de la población, según estimaciones del censo 2017. (INE 2019). El ACV se presenta con mayor frecuencia en dicho grupo poblacional, el cual tiene una esperanza de vida estimada de 85 años al año 2045, lo que conllevará a un aumento en la incidencia del ACV y sus respectivas secuelas (Amarenco et al, 2021). Con respecto a esto último, el ACV se considera la primera causa de discapacidad física y cognitiva en el adulto, generando deterioro severo hasta en un 30% de los afectados, lo que involucra rehabilitación y dependencia grave de terceros (Westerlind, 2020). Dentro de este evento patológico vascular encontramos dos tipos, el ACV hemorrágico que corresponde a una rotura en un vaso sanguíneo cerebral que da origen a una hemorragia y el ACV isquémico (ACVi), trastorno neurovascular caracterizado por la reducción o bloqueo completo del flujo sanguíneo al cerebro (Li et al, 2020). Este último, representa el 72% de los eventos cerebrovasculares anuales en Chile con 11.546 casos estimados al año 2017, motivo por el cual será foco de interés en el presente estudio (Lavados, 2020). Por los antecedentes anteriormente señalados, es que el ACV se constituye como un problema crítico de salud pública.