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Título : Medir si el bienestar subjetivo de los estudiantes de educación superior de Chile en tiempos de pandemia, depende de la resiliencia o del nivel socioeconómico
Autor : Godoy Silva, Wladimir Andrés
Astudillo Silva, Angel Patricio -- angelastudillo_2011@hotmail.com
Minoletti Vera, Francisca Areli -- franciscaminoletti@gmail.com
Muñoz Vidal, Cynthia Aillen -- cynthiaaillen@gmail.com
Universidad del Bío-Bío. Escuela de Psicología (Chile)
Palabras clave : BIENESTAR SUBJETIVO
RESILIENCIA
NIVEL SOCIOECONOMICO
COVID-19
ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS
Fecha de publicación : 2022
Resumen : Cuando hablamos de salud, nos referimos a un estado de bienestar a nivel físico, mental y social. De esta manera, una buena salud mental permite a las personas hacer frente al estrés normal de la vida, trabajar productivamente, ejercer con normalidad todas sus funciones y alcanzar su potencial contribuyendo a sus comunidades (Etienne, 2018). En adición a esta definición, salud no solamente se refiere a la ausencia de enfermedades, sino que además, es el resultado de un complejo proceso donde interactúan factores biológicos, económicos, sociales, políticos y ambientales en la generación de las condiciones que permiten el desarrollo pleno de las capacidades y potencialidades humanas, siendo el ser humano concebido como un ser individual y social (Carrazana, 2003). De acuerdo a Carrasco et al, (2015), todas las personas están propensas a desarrollar un problema de salud mental en cualquier momento de su vida, producto de factores que pueden predisponer a la depresión y otros trastornos tales como el aislamiento, la falta de estímulos o el estrés causado por hechos como la enfermedad o la muerte de un ser querido, además de estar expuestas a otros factores de riesgo, como un nivel social y económico bajo, la angustia que puede provocar el trabajo precario, la exigencia a adaptarse a los cambios y el desarraigo que comporta la inmigración, entre otros. Siendo, a lo largo de la vida, relevante la presencia de factores protectores que pueden ayudar a desarrollar una óptima salud mental, puesto que están fuertemente relacionados a la prevención y recuperación de enfermedades mentales, como por ejemplo, el establecimiento de vínculos afectivos, la resiliencia, la cual es entendida como la capacidad de superar situaciones complejas, la autoeficacia, la autosuficiencia, la participación en actividades significativas, las relaciones profesionales de apoyo y el sostén grupal. En la actualidad, el mundo está afrontando la propagación del SARS-CoV-2 o COVID-19, y producto de las alteraciones a la vida cotidiana que trajo consigo. el bienestar subjetivo de la población en general se vio afectada, poniendo a prueba la capacidad de resiliencia de las personas por causa del estrés generado por los cambios y por el surgimiento de una nueva normalidad a la que la sociedad debió adaptarse, influyendo fuertemente en su salud mental (Mancini, 2007 en Chipana y Espinoza, 2020). Sin embargo, Chile, según la Mesa Social Covid-19 (2020) conformada por especialistas del mundo de la salud, es un país que evidencia, desde antes de la pandemia, dificultades de salud mental en su población, tales como altos indicadores de diagnóstico de depresión, altos índices de abuso de alcohol y otras sustancias y particularmente, un alto índice de trastornos depresivos, especialmente en adolescentes. De acuerdo a diversas organizaciones estudiantiles universitarias, en el año 2019, se planteó que la sobrecarga académica excesiva y los horarios de clases, afectaba directamente los hábitos del sueño y alimentación de los y las estudiantes, siendo factores gatillantes frente a situaciones de estrés o ansiedad, presentando incluso, en algunos casos, porcentajes preocupantes en conducta suicida, siendo ésta una de las primeras causas de mortalidad para la población entre 15 a 29 años tanto en Chile como en el mundo desde tiempos pre pandémicos (Ministerio de Salud, 2021 y Mac-Ginty, Jiménez y Martínez, 2021). La pandemia por COVID-19 en nuestro país, junto a las medidas sanitarias asociadas, ha tenido un impacto negativo en la salud física y mental de la población global. En particular, la evidencia emergente sugiere que las consecuencias en la salud mental han sido mayores en mujeres y en jóvenes. Estudios centrados en la salud mental de estudiantes universitarios en Chile, dieron como resultado que tres de cada cuatro estudiantes reportaron que su estado de ánimo era peor o mucho peor en comparación con el contexto pre-pandémico, donde las estudiantes mujeres presentaron significativamente mayores niveles de sintomatología depresiva y ansiosa, reportando una mayor percepción de empeoramiento del estado de ánimo (Mac-Ginty et al., 2021). Los efectos sobre la salud mental observados en esta pandemia son variados, de creciente magnitud, se dan en múltiples niveles y afectan distintas dimensiones. siendo algunas reacciones esperables y normales frente a una emergencia como ésta, el sentir miedo a ser excluido socialmente por encontrarse asociado con la enfermedad; Tener sentimientos de frustración, aburrimiento, soledad y tristeza debido al periodo de distanciamiento físico; Miedo a la cuarentena, a contagiarse, a contagiar a otros, a enfermar o perder la vida; Temor por no poder trabajar durante la cuarentena o aislamiento, preocupación por no poder generar ingresos y/o ser despedido del trabajo, entre otros (Ministerio de Salud, 2020). Dichas reacciones acarrean y/o agudizan algunos efectos patológicos tales como: trastornos adaptativos, violencia intrafamiliar, trastornos del ánimo, abuso de alcohol y otras sustancias, trastorno por estrés agudo y por estrés postraumático, llevando incluso a ocasionar suicidio. De igual modo, no sólo se ha visto afectada la salud y la sobrevivencia, sino también la capacidad que poseen las personas para desenvolverse en la vida cotidiana, además de la confianza y afiliación hacia las instituciones y las capacidades de respuesta del sistema de salud en general. Cabe señalar que, Chile presenta condiciones sociales de riesgo particulares en las que se anida el impacto en salud mental de esta epidemia: alta desigualdad social, alta desconfianza en las instituciones, vulnerabilidad social dinámica, como también alto malestar subjetivo y experiencias previas de desastres socionaturales (Mesa Social Covid 19, 2020). Otro de los factores gatillantes de malestar en la población en general, es la amenaza de la carencia económica, puesto que actúa como un desestabilizador potencial de las familias al generar condiciones de estrés e incertidumbre, mitigando la sensación de bienestar de la población (UNICEF, 2020). Chile, de acuerdo a Agosin y Larraín (2020) “está viviendo una de las peores crisis económicas de su historia”. Hecho que no sólo ha afectado a la nación chilena, ya que de acuerdo a información detallada por la UNICEF (2020), según proyecciones recientes de CEPAL, la pobreza podría llegar a aumentar 4.4 puntos en toda América Latina. Entre las medidas que ha gestionado el Estado chileno para enfrentar los efectos del coronavirus y de la recesión económica mundial, se desarrolló una respuesta fiscal de miles de millones de Dólares. Estos recursos permitieron ampliar y robustecer la Red de Protección Social dando cobertura y protección a cerca de 15 millones de chilenos con el fin de apoyar a las familias durante la crisis que ha traído consigo la pandemia, además de procurar tener un Plan de Acción Coronavirus, el Plan Paso a Paso como parte de la estrategia gradual de desconfinamiento y el Plan de vacunación que ha permitido hasta la actualidad, vacunar a casi toda la población mayor de 6 años (Ministerio de Secretaría General de Gobierno, 2021). Todas estas medidas han dejado a Chile entre uno de los diez mejores países para vivir en pandemia según el Ranking de Resiliencia Covid producto de las medidas sanitarias y económicas que se tomaron en el contexto de la crisis (Chang, Varley, Tam y Muñoz, 2021). La presente investigación está orientada a indagar el bienestar subjetivo que presenta en la actualidad la población de estudiantes de educación superior pertenecientes a distintos estratos socioeconómicos, midiendo de igual forma, el nivel de resiliencia que poseen para analizar así la intensidad de la correlación entre ambas variables, de igual manera, se observarán los resultados de la muestra por el nivel socioeconómico que presentan, siendo esta nuestra tercera variable. Para ello, este proyecto de tesis posee un enfoque cuantitativo de alcance correlacional, el cual posee un diseño no experimental y transeccional, con muestra probabilística (aleatoria), ya que no hubo manipulación de las variables, es decir, se obtuvieron los datos sin alterar el ambiente natural de la muestra (Abreu, 2013), mediante el envío del formulario a personas en condición de estudiantes regulares en instituciones chilenas de educación superior.
Descripción : Memoria (Psicólogo) -- Universidad del Bío-Bío. Chillán, 2022.
URI : http://repobib.ubiobio.cl/jspui/handle/123456789/4042
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