Escuela Normal Juan Madrid Azolas de Chillán, memorias y percepciones de sus estudiantes entre los años 1960 a 1970

Abstract

Hacia la década de 1870 se creó en Chillán la primera Escuela Normal de Preceptoras del Sur bajo la dirección de la congregación religiosa del Sagrado Corazón de Jesús, debido principalmente a la gran demanda de docentes primarias necesarias en escuelas femeninas y mixtas de la ciudad, incorporándose así a un reciente sistema de escuelas de formación normalista que buscaban descentralizar la profesionalización docente en las diferentes regiones del país (Núñez, 2010, pág. 139). Una década más tarde se crearía la Escuela Normal Rural de Preceptores de Chillán, que por decreto de ley pasaría a llamarse Escuela Normal Juan Madrid Azolas durante el año 1952, en honor a un antiguo director que contribuyó significativamente a la comunidad con su labor pedagógica y social. La institución cumplió un rol esencial en la formación del sector rural de la región, atendiendo no sólo a las necesidades educativas de niños y jóvenes campesinos sino, además, supliendo necesidades básicas de alimentación, aseo y hospedaje en el transcurso de su formación profesional debido a su régimen de internado para varones de la ciudad. No obstante, hacia mediados del siglo XX las exigencias al sistema educativo evidenciaron aspectos críticos del funcionamiento de las escuelas normales como lo fue por ejemplo, la presión frente a la falta de cobertura de docentes por parte de estas instituciones para suplir la demanda nacional, o bien los exiguos recursos destinados al mejoramiento de su formación, por lo que diversos actores fueron clave en la proposición de una modificación al sistema educacional, situación que se materializó durante la década de 1960. En ese entonces en Chile coexistían dos sistemas de formación de profesores, quienes podían acceder a la universidad y egresar con títulos de profesores de Estado y profesores de párvulos; y por otro lado aquellos niños y jóvenes quienes provenientes de familias vulnerables veían en la educación normalista una oportunidad (Pérez, 2017, pág. 11). Debido a ello, el gobierno de Eduardo Frei Montalva bajo los principios de un Estado Docente quiso poner cartas en el asunto a través de las reformas al sistema educativo, en la cual se destacan por ejemplo, el cambio en los requisitos de ingreso al sistema de educación normalista buscando de esta manera el más alto grado posible de perfeccionamiento profesional para que, así mismo, se elevase la calificación promedio de los estudiantes. En consecuencia, “uno de los principales cambios que trajo consigo fue la transformación de las escuelas normales fiscales en instituciones postsecundarias, con el objetivo de integrar los dos sistemas de formación de profesores en un solo sistema nacional” (Pérez, 2017, pág.12). A través de estas modificaciones se gestaba entonces el inicio de lo que sería la decadencia del sistema de formación normalista en Chile, culminando finalmente con el golpe militar a partir de dos decretos importantes: el decreto ley Nº 179 de 1973, el cual declara una completa reorganización de la enseñanza normal chilena, lo que significó en la práctica, la suspensión completa de todas las actividades académicas de las escuelas normales durante los siguientes meses, y el decreto de ley Nº 353 de 1974 en el cual se dispuso finalmente la disolución de todas las escuelas normales. Esto para la Escuela Normal Juan Madrid Azolas de Chillán significó por consecuencia, la incorporación de su profesorado, estudiantes e infraestructura al cuidado y administración de las sedes de la Universidad de Chile y Universidad Técnica del Estado, en donde se impartía una reciente carrera de Educación General Básica.