Estrategias de afrontamiento ante situaciones de acoso desde la perspectiva de los estudiantes y equipos de convivencia escolar de escuelas municipales de Chillán

Abstract

La socialización, es un proceso mediante el cual las personas adquieren capacidades para incorporar normas, interiorizar valores y desenvolverse en su entorno. Este proceso dictamina el patrón conductual de cada persona y, por ende, los rasgos de personalidad que caracterizarán al individuo. El primer agente socializador con el que se encuentra el niño es con la familia, debido a que, es el primer contexto de interacción con el entorno, además de ser el que ejerce influencia durante más tiempo. Por esta razón, es que se le atribuyen aspectos como la autoestima o valoración, lo que está directamente relacionado con la seguridad que proyecta sobre sí mismo y hacia su entorno y el compromiso con el que asimilan normas y reglas impuestas por la sociedad, dependiendo del contexto en el que se encuentre. Tanto la familia, como la escuela (segundo agente socializador), se encargan de encaminar al niño hacia una aceptación social, esto mediante el refuerzo de conductas consideradas positivas por el entorno y, a su vez, el castigo como medio de anulación o disminución de conductas que se consideran negativas o que no se ajustan al entorno en el que se desenvuelve. La educación se considera como la formación destinada a desarrollar habilidades, conocimientos y conductas. Entregando herramientas y guiando a los estudiantes hacia una aceptación tanto de su alrededor como de sí mismos. Por lo que, es uno de los aspectos más importantes e influyentes dentro de esta investigación, puesto que, los principales individuos del estudio, son aquellos escolares que terminan siendo víctimas de acoso o maltrato por parte de agresores que buscan la forma de dañar tanto física como psicológicamente a quienes discriminan por estereotipos, preferencias, condiciones de discapacidad, entre otros.