Sor Juana Inés de la Cruz : acercamientos a su rol de mujer y defensa a la sabiduría

Abstract

En la época de Carlos II se inicia un periodo de decadencia cultural en el imperio español, sin embargo no ocurre lo mismo con la herencia cultural existente en la colonia de América, la cual está en plenitud durante este período, gracias al arte del Barroco. Los diferentes escritores de la época se interesan por la poesía, astronomía, física o la antigüedad americana, esta es la época de Sor Juana Inés de la Cruz. Juana Inés de Asbaje y Ramírez, más conocida como Sor Juana Inés de la Cruz, fue una de las mayores figuras de las letras hispanoamericanas del siglo XVII. Como ya señalamos, en este siglo el movimiento cultural y artístico que predominó fue el Barroco, influencia que ella manejó con especial cuidado, el cual se hace patente en sus escritos, tanto como en sus poemas, piezas de teatro, villancicos, epístolas, etc. Por lo consiguiente, su espíritu inquieto y su gran afán por el saber, la llevaron a enfrentarse con problemas propios de su época, por ejemplo, que no se viera con buenos ojos que una mujer manifestara curiosidad intelectual y mucho menos que tuviese un pensamiento ajeno a lo habitual. Como ya se puede inferir, su erudición era envidiable, así también su habilidad para versificar y su inteligencia; dotes que la hicieron incursionar en diversas disciplinas tales como filosofía, teología, astronomía, y en especial la literatura, donde destacan poemas con ciertos toques de ironía, referentes a sus experiencias como mujer en la sociedad. Ahora, ahondando un poco más en sus escritos y obras, hubo un género en particular que Sor Juana manejó con especial sabiduría, se trata del Género Epistolar. Sor Juana redactó una carta en donde da a conocer pasajes interesantes de su vida, ya que estaba relacionada de forma directa con sus pensamientos y vivencias, hablamos de la Carta Respuesta a Sor Filotea de la Cruz (1691), carta que está dedicada a Sor Filotea de la Cruz, utilizando ub lenguaje burlesco e irónico. La carta es considerada con un alto valor autobiográfico por el contenido relatado en ella, e incluso algunos investigadores la consideran hagiográfica, por contar situaciones y momentos en los cuales reúne méritos tan excepcionales y están a un nivel tan separado del resto que la hacen sobresalir de los demás, tal como lo dice la escritora, ensayista, y crítica literaria Margo Glantz en sus diferentes estudios al respecto. Este escrito se relaciona directamente con una carta en especial: Carta Atenagórica (1690), puesto que en ella hace referencia a la crisis de un sermón, y esta se publicó junto a la carta que recibió por parte de Sor Filotea de la Cruz donde la instaba a escribir sobre asuntos religiosos y de su esposo espiritual, a la que luego, dio respuesta. Esta última carta en particular, afectó lo que sería el futuro de Sor Juana, pues debió tomar la decisión de dedicarse solo a los quehaceres conventuales a raíz de la publicación de esta última epistolar, obligándola a abandonar sus horas de estudio y escritura, consecuencias que tuvo al tener la osadía de cuestionar a un teólogo con vastos conocimientos y respeto, al Reverendísimo Padre Antonio de Vieyra, de la Compañía de Jesús. Para continuar, podemos comenzar a desprender que entre sus obras poéticas (sonetos, redondillas, romances, endechas, liras, décimas, silvas, etc) puede existir más de un aspecto en común con sus otras creaciones, como es el caso de las cartas, en donde deja de manifiesto el derecho que tiene una mujer al estudio, al saber, el poder enseñar y tener un pensamiento propio, mensajes que también se pueden encontrar en sus composiciones líricas, pues, como ya es sabido, los hombres eran los únicos que tenían derecho al estudio, a excepción de algunas mujeres que contaban con cualidades especiales, como pertenecer a la realeza. Como ejemplo de esto, tenemos la composición del poema Hombres Necios… (1680) escrito que hace alusión al comportamiento de las mujeres que son seducidas por los cortejos de los hombres, produciéndose una dualidad en ellos, en donde incitan y a la vez cuestionan los actos de las mujeres, cuando son ellos mismos quienes las llevan a proceder así. Además de esto, el poema presenta un problema que obedece a lo pasional, desde un punto de vista racional y moralista. Otra relación que es posible encontrar, es con un tipo de escrito que es bastante popular, el villancico. En los villancicos se puede desprender la imagen de la virgen con invaluables virtudes, una mujer con sabiduría reflexiva, con fortalezas para sobrellevar el dolor, poderosa y siempre sabiendo qué hacer. Lo mencionado se puede comparar con lo que desea Sor Juana para las mujeres. Existe un villancico en particular que podemos estudiar en relación a lo ya postulado, es el Villancico a Santa Catarina (1691), compuesto después de la respuesta a Sor Filotea, por lo tanto, se puede suponer que entre estos dos últimos escritos existe una temática en común, como lo puede ser la defensa al saber que toda persona debiese tener, en especial la mujer, ya que este derecho estaba casi reprimido para ellas, y Catarina (como otras mujeres, Débora, Abigail, etc) sí pudieron tener acceso al estudio y a la sabiduría, en el caso de la protagonista del villancico, sus estudios fueron guiados por un tutor, en lo que respecta a Sor Juana, fue un aprendizaje autodidacta. El eje central de este proyecto es conocer los puntos en común dentro de las diferentes epístolas de Sor Juana Inés de la Cruz, y en conjunto con las similitudes de las cartas, estudiar la relación de estas con algunos de sus poemas y villancicos escritos a lo largo de su trayectoria como intelectual.