La normalidad en relación a lo Queer : una mirada desde la psicología y la construcción de discursos

Abstract

A lo largo de toda la historia, la especie humana ha sentido la necesidad de establecer numerosos reglamentos, influenciados por los sistemas políticos, sociales y económicos con el fin de guiar su conducta hacia fines que consideran adecuados, mediante diversos mecanismos artísticos, educativos, religiosos y/o jurídicos. Desde los inicios de la historia hace unos 70.000 años atrás, desde la llegada de organismos pertenecientes a la especie Homo Sapiens, ha existido una diferenciación en cuanto a los miembros de la especie (Harari, 2014). La llegada del fuego abrió la brecha importante entre el ser humano y los demás animales ya que con el control del fuego, el hombre y la mujer consiguieron el manejo de una fuerza obediente y potencialmente ilimitada. Este poder los/as Jerarquizaba de los demás animales y sujetos/as de otras especies (Harari, 2014). Es así como los/as sapiens fueron evolucionando, lo interesante de esto es que no solo fueron evolucionando en sus características físicas y biológicas sino que también en sus formas de relacionarse con los/as demás integrantes de la comunidad y la naturaleza, estableciendo normas de comportamiento cada vez más complejas en función de sus capacidades físicas y potencialidades de cuidado y protección diversificadas.

En el periodo de la revolución cognitiva, los/as primitivos/as establecen su orden social mediante creencias en espíritus, durante ceremonias en donde se reunían cada luna llena para bailar juntos/as alrededor de una hoguera. Lo que no se consigue apreciar del todo es que nuestras instituciones modernas funcionan exactamente sobre la misma base. En la actualidad por ejemplo las organizaciones humanas tales como comunidades, negocios, redes sociales y unidades militares se han mantenido en base a mitos comunes que solo existen en la imaginación colectiva de la gente. Las iglesias se basan en mitos religiosos comunes; dos católicos/as que no se conozcan de nada, pueden, no obstante, participar juntos/as en una cruzada o aportar juntos/as para construir un hospital porque ambos/as creen que Dios se hizo carne humana y accedió a ser crucificado para redimir nuestros pecados.

Los estados por otro lado, se fundamentan en mitos nacionales comunes, es así como dos chilenos/as que nunca se hayan visto antes pueden arriesgar su vida para salvarse unos/as a otro/as porque ambos/as creen en la existencia de la nación chilena, la patria chilena y la bandera chilena. Los sistemas judiciales se sostienen sobre mitos legales comunes, como también dos abogados/as que no se conocen nada pueden combinar sus esfuerzos por defender a un completo extraño porque todos creen en la existencia de leyes, justicia y derechos humanos.

En el transcurso de los años, la gente ha tramado una compleja red de narraciones en donde se acumula un poder inmenso. Numerosos/as expertos/as coinciden en la gran importancia que tiene el lenguaje para la humanidad. Gracias a su naturaleza dinámica, es posible que se materialicen acciones, imágenes y ciertas actitudes en el mundo, creando distintas representaciones y significados de las cosas sobre la sociedad en que vivimos. El lenguaje resulta un fenómeno bastante amplio y complejo al ser tan rico en significados, incluso es tal el poder que éste posee que logra traspasar sus propios límites culturales. Los discursos se van forjando a partir de los contextos en los cuales se vivencian las distintas experiencias personales entregadas por la vida a lo largo del tiempo. Además, la sociedad y todos aquellos componentes culturales que se encuentran en ella, parecen influir en la personalidad y en la forma de percibir la existencia y los propósitos personales de cada individuo/a. A raíz de la complejidad que involucra el estudio del discurso se recurre a identificar sus componentes más importantes presentes dentro de él para analizarlo de la manera más completa posible. Para esto se toma la idea de reconocer los elementos actitudinales asociados a lo normal y anormal, visibilizar aquellas creencias sobre la normalidad y anormalidad y por último, identificar las prácticas asociadas a lo normal y anormal. Además, junto a estos objetivos se incorpora el impacto de la Teoría queer con el propósito de motivar los discursos de los sujetos para llegar a conocer los extractos “heteronormales” dentro de la sociedad, que están a la base de los discursos de normalidad y anormalidad.