Construcción de masculinidad de un padre que desempeña el rol de cuidador primario de sus hijas

Abstract

Un número cada vez mayor de hombres asume o reclama una paternidad activa y presente en la crianza de sus hijos e hijas. En Estados Unidos, el 8% de los hogares con hijos/as menores de edad está a cargo de un hombre, cifra que en 1960 era del 1%, lo que ha significado un aumento de 300 mil a más de 2,6 millones de hogares en 2011, según Pew Research Center y datos de la Encuesta Sobre la Comunidad Estadounidense (Sepúlveda, 2013). Dicho aumento no responde únicamente al crecimiento demográfico, sino a un progresivo cambio en la forma de concebir la paternidad y masculinidad (Sepúlveda, 2013), lo que podría verse como un paulatino acercamiento hacia la igualdad de derechos y responsabilidades de los padres y madres, con el bienestar de sus hijos e hijas. “Deber, pruebas, demostraciones, son palabras que nos confirman la existencia de una verdadera carrera para hacerse hombre. La virilidad no se otorga, se construye, digamos, se fabrica” (Badinter, 1993, en Campos, 2007, p. 7). Es precisamente esta idea la que se pretende estudiar en esta tesis: la masculinidad producida, co-construida en lo social y perpetuada como discurso que atraviesa la cotidianeidad de hombres y mujeres en el ejercicio de los diferentes roles que la vida contemporánea acarrea. Más específicamente, el cómo esta masculinidad se conjuga en el ejercicio de los roles y habilidades parentales de aquellos padres que tienen el cuidado exclusivo de sus hijos/as. En el contexto chileno podemos decir que, los hogares monoparentales masculinos, donde un hombre cría sólo a sus hijos/as, constituyen una realidad cada vez más común, así lo muestran las encuestas Casen (2011), en donde podemos ver que desde 1990 a 2011 el número de hogares en donde un hombre asume solo la responsabilidad de sus hogares sube de un 5% a un 7,5% (de 158.806 a 372.205 familias). Estos datos hacen pensar que este fenómeno ya no constituye un hecho aislado y como sociedad es preciso visibilizar y atender a la realidad de muchos padres que cuentan con los recursos para hacerse cargo de un óptimo cuidado y crianza de sus hijos/as, pero que en el ejercicio se encuentran con la disonante imagen del hombre patriarca, figura del todo alejada de las necesidades de su prole. La investigación se adscribe a la metodología cualitativa y la problemática se aborda desde el paradigma constructivista social, perspectiva desde la cual se entiende que el sujeto construye activamente sus propios conocimientos en la interacción con su medio, entendiendo que las personas no son agentes pasivos que reciben y reproducen información, sino activos en el proceso de aprehender, relacionar y comprender y en esta relación epistemológica particular, también co-construir junto a otros y otras (Cubero,2005). En los diferentes marcos se habla acerca de la identidad de género enfocada en la construcción de masculinidad, descripción de roles familiares tradicionales, parentalidad, concepto que entiende la crianza no desde el rol de genero asignado, sino desde las necesidades de los/las hijos/as y habilidades parentales para satisfacerlas. Se incorpora en el marco empírico datos contingentes del fenómeno en cuestión y en el marco metodológico se plantean el método, técnicas, resguardos de calidad y éticos utilizados. El Leitmotiv de esta investigación, es el creciente número estadístico de hombres que se hacen cargo de la crianza y el cuidado de sus hijos/as y como esta actividad, propiciada por una serie de factores políticos, culturales, económico y sociales, moldea, construye, o dicho de otra forma, rediseña la masculinidad y paternidad de nuestros tiempos, cuestionando lo que históricamente se ha concebido como lo “masculino” y lo “femenino”.