Praxis pedagógica de profesores de historia y ciencias sociales en el desarrollo del curriculum en el aula en la unidad temática de educación cívica : un estudio de casos

Abstract

En el ámbito educativo, somos los profesores quienes necesitamos permanentemente diseñar, implementar y aplicar metodologías para la enseñanza y facilitar los procedimientos que permitan un aprendizaje significativo en los estudiantes, y les facilite relacionar conceptos abstractos a realidades concretas. Si bien en todos los subsectores de enseñanza media, la información disponible resulta ser ilimitada y cuyo tratamiento requiere de mayor especialización y especificación, resulta especialmente interesante referirse a los contenidos relacionados con la formación cívica de los estudiantes. En los actuales Planes y Programas de Estudio de enseñanza media, no existe un subsector específico de Educación Cívica. Los contenidos de Educación Cívica hoy en día son abordados en la 3º unidad de 1º año medio del subsector de Historia y Ciencias Sociales, denominada “Organización política” (cuya extensión es de 9 a 11 semanas). Es importante destacar que los Planes y Programas de Estudio del subsector de Historia y Ciencias Sociales, sugieren abordar transversalmente los contenidos de Educación Cívica durante toda la enseñanza media. En la unidad mencionada ”se analizan los mecanismos de participación política de la ciudadanía, y los derechos y deberes individuales; se reconoce la organización política del Estado de Chile en la comuna, la región y el país; y se abordan conceptos básicos de la ciencia política”. Sin duda, los estudiantes necesitarán de estrategias que faciliten el aprendizaje de dichos contenidos a largo plazo, pues en el mismo programa se establece la profundización de tales contenidos en los niveles siguientes. Si bien los Planes y Programas de estudio para enseñanza media corresponden a un currículum inalterable, en cuando a sus objetivos y contenidos, los docentes estaríamos en condiciones de aportar con estrategias didácticas que faciliten abordar contenidos de educación cívica, sin perder su carácter transversal, logrando que se trate de una enseñanza sistemática y con sentido para los estudiantes. Así por ejemplo, para primer año medio se contempla como contenido de la tercera unidad, las formas de participación política de la ciudadanía: organizaciones, partidos políticos y sufragio, para luego, en tercer año medio, en la segunda unidad, abordar los conceptos políticos fundamentales de la Grecia clásica aún vigentes; debate en torno a temas como ciudadanía, democracia, política; papel de la ciudad en la configuración de la vida política occidental. Considerando que para el logro de aprendizajes significativos es importante conocer y manejar una base conceptual, los planes y programas de estudio de primer año, establecen como “nociones fundamentales” las siguientes: nacionalidad, ciudadanía, Constitución, Estado, política, poderes públicos, derechos y deberes ciudadanos. Tal propósito nos indica que los estudiantes deberán disponer de estrategias para el aprendizaje de conceptos abstractos como también para relacionar tales conceptos a realidades concretas. Sin duda los docentes debemos considerar relevante la tarea de diseñar e implementar estrategias de aprendizaje, por cuanto tales conceptos aprendidos, se harán elementales al momento de profundizar sobre temas relacionados, por ejemplo a la ciudadanía. Además, los planes y programas de estudio sugieren diversas actividades de aprendizaje en los diversos niveles de enseñanza media, que requieren el reconocimiento de conceptos básicos y contenidos abordados desde el primer nivel de enseñanza media. Es importante destacar que se promueve que los docentes orienten y entreguen herramientas conceptuales y de procedimiento a los estudiantes para el logro de aprendizajes. Lo cual requiere además, desarrollar diversas metodologías, sobretodo en el desarrollo del pensamiento que también es un objetivo fundamental transversal sugerido en dichos planes. Tomando en cuenta que los docentes también debemos “enseñar a aprender” a nuestros estudiantes, resulta atractiva la propuesta que ofrece la arquitectura del conocimiento expuesta por Díez y Román (2001) en cuanto “facilita el aprendizaje de los contenidos (formas de saber), al tratar de almacenarlos en la mente-memoria del aprendiz, para que estén disponibles cuando se necesitan” (p.36). Esta idea nos sugiere la existencia de una estrategia de aprendizaje que permita al estudiante aprender a aprender y con resultados a largo plazo en los diversos ámbitos de su desarrollo personal.