Utilización de las leyes en beneficio de los fines políticos posterior a la unificación alemana, de Otto Von Bismarck

Abstract

Las leyes sociales son un tema que indudablemente dieron y dan auxilio a muchos trabajadores, los cuales se desempeñan en tareas y horarios muy exigentes en sus lugares de trabajo. La preocupación de estos como motor de producción industrial, puso en controversia, los malos tratos de los empleadores, los bajos salarios y en general las malas condiciones en las que se desarrollaba la vida laboral de la clase trabajadora. El punto de partida de este tema, lo encontramos en Alemania, posterior a su unificación, donde el Canciller Otto Von Bismarck preparó una serie de leyes sociales de forma progresiva, las cuales tenían como objetivo dar un beneficio a los trabajadores y así además poseer un beneficio propio. Esta iniciativa aplicada por Alemania, fue imitada por los países de Europa occidental y parte del oriental. La legislación llevada a cabo, en cuanto a la falta de beneficios, derechos y garantías, fue similar y fructífera, y dio en esta parte del mundo, posibilidades al trabajador para que pudiera laborar de la manera más óptima. La clase obrera alemana, pionera en recibir ayudas sociales, poseía una postura diferente a lo que se pudiera pensar, conforme a la aplicación de estas leyes. Esta poseía un pensamiento crítico hacia el accionar de las autoridades y planteaba entre otras cosas una separación de iglesia y el estado, así como también, el establecimiento de jornadas laborales más flexibles, entre otros postulados. Su fuerza radicó en su organización, en su movilización y el apoyo popular, llegando incluso a situarse como un grupo destacado en el parlamento de ese país, siendo aquí donde se constituyen como una fuerza peligrosa y necesaria para las aspiraciones del Canciller Otto von Bismarck y del Emperador Guillermo El control de este grupo político, se llevó a cabo por medio de leyes anti socialistas las cuales limitaron el accionar del partido, llevándolo a la clandestinidad, siendo víctimas de una ardua persecución. Sin embargo, una vez entendido por el Canciller que este no era el mejor camino para la calma interna y el progreso del Reich, recién formado, el proceso por el cual se enmendó esto, queriendo calmar a las masas trabajadoras, fue la instauración de un programa político basado en reformas de carácter social, ideadas por el mismo autor (el astuto Canciller) de las leyes que los restringieron de la participación política. Pues, ésta fuerza social (el proletariado) era necesaria e indispensable para el desarrollo de la industrialización y la reactivación económica del país, el cual estaba inmerso en la política imperialista de las naciones europeas de la época, por lo que le urgía seguir siendo la, o una, de las potencias más fuertes de la Europa occidental. Esta situación, se mediría no solo por su progreso económico, sino que principalmente por su fuerza militar, ya que el Canciller durante toda su participación dentro de la política prusiana abogó e intercedió por la aprobación de las reformas de las fuerzas armadas, sabiendo el importante lugar que tenían para sus fines, por lo que le era imprescindible que la industria de armamento, la química y la eléctrica, siguieran en la vanguardia. Así la clase obrera alemana se hizo necesaria para las aspiraciones del Reich, se pueden apreciar las intenciones de las autoridades, las cuales realizan las acciones esperando un beneficio o recompensa. Estos últimos aspectos no fueron requeridos por el resto de las naciones europeas que aplicaron leyes sociales imitando el modelo alemán, puesto que se buscaron de forma conjunta con los trabajadores y de acuerdo a sus propias necesidades. El desarrollo del tema investigado nos muestra varias aristas, de cómo un tema que se ha posicionado como primordial en la historia del siglo XX, se gestó con fines completamente distintos a los que se podrían perseguir, por ejemplo con la reforma laboral que desarrollo nuestro país en el año 2001. Además, se nos presenta la astucia y el manejo de autoridades como la del Canciller alemán, el cual posicionó de acuerdo a sus intenciones, a Alemania como una de las primeras potencias mundiales, con un desarrollo industrial, tardío pero totalmente explosivo y efectivo.