La imagen de la mujer en la novela La mujer rota, de Simone de Beauvoir

Abstract

La obra de Simone de Beauvoir (1908-1985) se aboca a tres vertientes distintas: la ensayista, novelista y memorialista; su pensamiento se allega al existencialismo, realizando una importante contribución a esta corriente. A partir de sus vivencias personales y su visión de mundo comienza a escribir novelas, las cuales son una representación de lo que ella pretende comunicar. Sus novelas son en apariencia sencillas, sin embargo dejan entrever temas profundos como la libertad de elección, la pérdida de identidad y la problemática de género asociada a la institución familiar. En torno a estos temas se hará el análisis de tres relatos que se presentan bajo el título La Mujer Rota, donde, desde la teoría literaria, se abordará la corriente de la sociología de la literatura, que enmarca la literatura dentro de un contexto social, convirtiéndola en un vehículo que comunica al lector las problemáticas propias de cada período de la historia humana. A través de la literatura es posible tener una noción más amplia de lo que es el mundo en general. A partir de la ficción, cuyo primer fin es entretener, sitúa al lector, además, en el contexto sociocultural dentro del cual se produjo la obra, según los intereses del autor. La literatura es el medio más eficaz para ampliar conocimientos, y la inserción de la sociología en ella no ha de extrañarnos, pues es un complemento. Por tanto, el análisis de los relatos de La Mujer Rota abordará la elección que hace la mujer de su papel en la sociedad, problemática frecuente en las producciones de Beauvoir. Desde los comienzos de la historia, la mujer ha sido educada de acuerdo con un determinado rol, debiendo cumplir funciones que se han etiquetado como “acordes a su género”; la opresión del patriarcado la priva de toda elección ajena a los consensos sociales. Con el correr del tiempo, y habiendo logrado diferentes derechos y acceso a cosas que antes le estaban vedadas, aún no logra desembarazarse de las “responsabilidades” propias de su género, pues su educación ha sido, desde la primera infancia, orientada a continuar en una posición inferior dentro de la sociedad. Si bien la mujer no ha logrado más de lo que el hombre tuvo a bien concederle, tampoco hace uso pleno de su poder de elección. El análisis se centrará en la situación de la mujer en su edad adulta: el matrimonio. La institución del matrimonio significaba obligaciones y derechos completamente diferentes para cada sexo; el hombre contraía matrimonio como una opción, como el aseguramiento de su descendencia y del mantenimiento de la vida doméstica. La mujer era tomada y pasaba a ser propiedad del marido; ingresaba a la familia del cónyuge. Hoy la situación no se ha modificado mayormente: el matrimonio es considerado como un fin en la vida de las mujeres, significa su completa realización, junto con la maternidad. La joven desea casarse y, a su vez, la sociedad se lo impone de manera implícita; al no lograrlo, se convierte en una especie de desecho que no cumple ningún fin en la colectividad. Si bien en la actualidad la libertad de la mujer es una opción que básicamente está en sus propias manos, generalmente sigue optando por la vida conyugal, al estar demasiado arraigado el concepto de familia. Es este punto el que se abordará al analizar los relatos de La Mujer Rota, de Simone de Beauvoir, libro que no fue muy bien acogido por la crítica y que, sin embargo, vendió 50.000 ejemplares en su primera edición. A pesar de haber sido catalogada casi como una novela rosa, la autora tiene claro cuál es su objetivo: comunicar. El destino de tres mujeres, el que ellas mismas han forjado, su sacrificio en aras del matrimonio y los hijos, se convierte en una carga de la cual sólo ellas pueden liberarse; y significan, para la autora y sus seguidores, una situación digna de analizar, intentando ver más allá de la simpleza de las historias y comprender el trasfondo de estas. La razón por la que la mujer no puede desprenderse del todo de la carga a la cual está condenado su “género”, a pesar de haber logrado en gran medida su emancipación, corresponde a situaciones que han significado un lastre para ella a lo largo de la historia. Por ende, se pretende analizar el problema a través de tres perspectivas: la sociológica, la psicoanalista y la existencialista.