Experiencias de mujeres feministas militantes en organizaciones políticas de izquierda en la ciudad de Chillán

Abstract

En Chile los primeros grupos organizados de mujeres datan del año 1913 con los Centros Femeninos Belén de Zárraga, en el Norte del país, en torno a la explotación del salitre. Estos grupos se conformaban por mujeres cercanas y solidarias con la mano del obra del sector, desatando de esta manera el comienzo de la historia de relación de mujeres políticas con la izquierda, que reconocían su situación de opresión como mujeres, como de mayor magnitud que la de los trabajadores (Kirkwood, 1990). De ahí en adelante, como señala Kirkwood, (1990) a través de una periodización del movimiento político de mujeres en Chile, se continúan desarrollando grupos en sectores altos y medios de la sociedad, mujeres que han accedido a la educación superior laica o mujeres que reclaman esta posibilidad junto con derechos de ciudadanía, como el voto. Sin embargo, sus ideas mantenían una moralidad arraigada y una sexualidad tradicional, hasta la aparición del Movimiento Pro Emancipación de la Mujer( MEMCH), a través del cual se realizan denuncias, se proponen alternativas para políticas públicas y se realiza activismo, con el objetivo principal de lograr el voto en tono de exigencia. Una vez logrado este objetivo, el movimiento decae, pasando a ser las mujeres más objeto, que sujeta de estudio, siendo unificadas por corrientes de izquierda y derecha que reducen el problema de la participación de la mujer a los efectos que esta podría llegar a ocasionar para uno y otro bando. Particularmente en la izquierda, el esfuerzo por acercar a las mujeres produce una invisibilización de la explicación cultural, e ideológica de la opresión de las mujeres, realizada por las feministas a nivel global, elevando en su lugar ideologías de clase que pretendían unificar la explicación de todas las opresiones, secundarizando las demás (Kirkwood, 1990). A continuación, se presenta la investigación para optar al título de psicóloga, la cual a través de múltiples pasos desarrolló y trató de resolver la interrogante acerca de cómo es la experiencia de mujeres feministas militantes en organizaciones políticas de izquierda en la ciudad de Chillán, cuestionamiento que surge de una vivencia personal de quien investiga, la cual a través de los resultados y conclusiones espera ser compartida y visibilizada. A partir de esta pregunta se abordó una serie de conceptos como lo son la experiencia, el feminismo, la política y el concepto de militancia, principalmente relacionados con la práctica dentro de la izquierda como corriente de posicionamiento político. En esta investigación se abordó a través del desarrollo de objetivos específicos que direccionaron el quehacer general de este proyecto y que dieron orientación en conjunto con el enfoque de abordaje escogido, el cual corresponde a epistemología crítica feminista, teoría que se encuentra en directa relación con la práctica política de las mujeres con las que se trabajó y que, además, buscó ser coherente con las otras partes de la investigación, con las nombradas anteriormente y con las características metodológicas, sin dejar de conocer tal como señala Kirkwood (1990) que “los estudios de la mujer se hacen y son válidos si son hechos desde el interior mismo de la realidad mujer y son comprometidos, pues, en tanto se conoce, se debe luchar contra la opresión de que se es objeto culturalmente” (p.76). La capacidad de co-construir una experiencia es un gran desafío que requerió de una relación simétrica con las informantes, situación en la que se tuvo como soporte el método dialógico, con sus características particulares, que se explicarán debidamente más adelante. En conjunto con los criterios de calidad y éticos seleccionados, y sus respectivos dispositivos que aseguraron su correcta implementación, resguardando de esta manera la coherencia de esta investigación de principio a fin, además del respeto y cuidado hacia las personas participantes.